Summit House

Antes de la renovación, Summit House, un edificio de oficinas en Holborn, en el centro de Londres, era un edificio de mediados del siglo XX con una fachada simétrica, elegante y hermosa, decorada con motivos art deco. El interior, sin embargo, estaba bañado por una luz fría y monótona y rodeado por paredes lisas y enlucidas.

Entonces, cuando el estudio de diseño sueco, Note, recibió el encargo de The Office Group para renovar Summit House, diseñaron el edificio con una estética y una mentalidad suecas, también conocida como Swedish Grace. El término Swedish Grace fue acuñado por el periodista británico Philip Morton Shand, después de su reseña de la Exposition des Arts Décoratifs de París de 1925. Estaba tan decepcionado por el pabellón británico y tan emocionado por el sueco, diseñado por el arquitecto Carl Bergsten, que describió su obra como un regalo de Dios.

Johannes Karlström, diseñador de interiores y cofundador de Note, habla sobre el proyecto:

“La fachada era extremadamente elegante y queríamos crear un interior que reflejara el exterior. Utilizar Swedish Grace como fuente de inspiración se sintió como el punto de partida correcto. Influenciada por el art decó y el neoclasicismo, la estética de Swedish Grace fue perfecta para este edificio. En Holborn, hay muchas oficinas legales, financieras y de seguridad, que presentan una apariencia más formal y reservada. The Office Group señaló que es importante tener esto en cuenta a la hora de decidir el diseño del edificio. Así que optamos por una interpretación moderna de Swedish Grace, con el fin de crear solo un sutil contraste con el ambiente de la zona.

El centro de Londres tiene el bullicio de una gran ciudad, lo cual es agradable pero también puede ser un poco demasiado concurrido. Para complementar esa sensación de ciudad, queríamos crear un lugar donde puedas reducir la velocidad y tomarte un minuto para respirar. Podrías decir que esto es muy sueco de nuestra parte, y estarías en lo cierto, pero creemos que un lugar donde las cosas tienen tiempo para desarrollarse y crecer produce mejores resultados. También queríamos hacer algo diferente a otros espacios de coworking, donde puedes encontrar citas como "Trabaja duro, juega duro" en las paredes.

Comenzamos por la entrada, donde el espacio alargado del área de recepción fue segmentado por un diseño escalonado que enmarca el espacio y llama la atención sobre el mostrador de recepción Birdseye Maple. Queríamos que esta área fuera la continuación de la fachada simétrica. Nos inspiramos en las influencias geométricas de Swedish Grace y en el estilo simétrico del director Wes Anderson.

Una vez que ingresa al espacio, la elegante decoración es cálida y acogedora, menos como una oficina neutral y más como un hogar acogedor. Solo se utilizaron materiales de primera calidad creando una sensación de exclusividad, elegancia y sofisticación. Utilizamos una paleta de colores en tonos tierra inspirada en los edificios de Estocolmo de principios del siglo XX, con colores como siena, ocre y umbra.

Los principales materiales elegidos para este proyecto fueron el roble, el acero, el terrazo y, en algunos lugares, nuestro propio diseño. Para las salas de reuniones y espacios tranquilos, donde es convencional el uso de vidrio transparente, nervado o satinado, decidimos instalar vidrio chinchilla. Tiene una estructura agradable, sutil y peluda con una refracción de luz impresionante que la deja lo suficientemente clara como para ver a través, sin revelar demasiados detalles.

En el pasado, usamos constantemente los pisos de roble noble de Tarkett. Tiene un patrón de parquet clásico con el que es fácil trabajar porque no tiene una dirección específica. El roble es el material de conexión entre los espacios ya que utilizamos el roble para enmarcar el vidrio, para las puertas y los suelos. Fue una decisión audaz para Londres instalar pisos de madera en una cocina, por ejemplo, ya que es poco común usar un material de este tipo para un espacio así, pero esto es menos cierto para nosotros, los suecos.

Ahora, cuando vienes a Summit House a trabajar, hay una energía viva, pero digna y tranquila. Hay mucho movimiento, pero naturalmente la gente tiende a hablar más tranquilamente cuando entra al espacio. Nadie corre con un auricular, hay un enfoque tranquilo ".

fotógrafos: Michael Sinclair - Andrew Meredith

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